Comparativa de Cristales

Muchas personas nos preguntan si es seguro instalar un cancel de cristal templado, sobre todo en el baño de los niños, ya que tienen el temor de que se llegue a quebrar y pueda ocasionar un accidente.

 

Para mejorar la resistencia estructural y al impacto de un cristal, se recurre al proceso de templado, que consiste en calentarlo uniformemente hasta una temperatura superior a los 650°C (punto de ablandamiento) y luego enfriarlo bruscamente, soplando aire frío a presión controlada sobre sus caras. La superficie del cristal se enfría más rápidamente, mientras que la zona interior continúa dilatándose. Como consecuencia de este diferencial de contracción, el cristal templado concentra zonas de energía, presentando un equilibro inestable de tensiones (compresión en sus superficies y tracción en el interior), que le brindan una mayor capacidad para resistir esfuerzos de tracción, ya sean de origen mecánico o térmico.

 

Para tener una dimensión de este incremento en la resistencia debemos saber que el módulo de rotura para un cristal común es de 350 a 550 kg/cm2; en un cristal templado es de 1850 a 2100 kg/cm2, que equivale de 4 a 5 veces la resistencia de un cristal normal. La resistencia al choque térmico (diferencia de temperatura entre las dos caras de un panel de cristal que produce la rotura de éste) pasa de 60°C a 240°C, por lo que es recomendado en puertas de hornos de cocina y lámparas a la intemperie, más aún en los canceles para baño.

 

El cristal templado está considerado como un cristal de seguridad para la construcción y su uso es recomendado en diversas áreas susceptibles de impacto humano. Esto se debe a que, en caso de rotura del paño, se rompe también el equilibrio de tensiones al que fue sometido durante el proceso de temple, produciendo una liberación de energría que propaga el quiebre rápidamente por todo el paño. Por lo tanto, el cristal se desintegra en pequeños fragmentos de aristas redondeadas que no causan heridas cortantes o lacerantes de consideración. Este patrón de rotura es el que define la calidad de un cristal templado. Cuanto más pequeños sean los fragmentos, mayor es la calidad.

 

Un cristal templado de buena calidad debe cumplir los requerimientos indicados en la Norma Oficial Mexicana NOM-146-SCFI-2001.